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Dr. Ricardo Nazar Secretario de Hacienda |
jueves, 6 de octubre de 2011
16 de Octubre, día mundial del Anestesiólogo
Esta efemérides tiene su origen en 1846 en Boston (EE. UU.), donde el doctor William Thomas Morton emplearía por primera vez el éter como anestésico, dando origen a la cirugía sin dolor. Si bien ya se venía experimentando desde hacía años con el éter etílico como anestésico (el doctor Crawford Williamson Long en marzo de 1842 lo administraría durante una operación para extirparle un quiste en el cuello a un niño), sería el doctor Morton quien realizaría una demostración exitosa del uso de la anestesia, al aplicársela a un paciente del doctor John Collins Warren para que éste pudiera eliminar un tumor del cuello de su paciente, sin que éste sintiera dolor alguno. Desde entonces, Morton se dedicó a administrar anestesia, y el uso del éter (al que él llamaba “letheon” para utilizarlo con cierta exclusividad) se difundiría rápidamente en toda la comunidad científica.
Aprovechamos el aniversario para saludar a todos los colegas que día a día aportan su esfuerzo y dedicación indiscriminadamente, en pos del bien más preciado que tenemos los seres humanos, la Salud.
Felicitaciones a TODOS en su día, les desea la Comisión Directiva de la AMA.
COLUMNA DE DEBATE: La gestión de la Salud Pública
Mucho se ha hablado sobre la Salud en este último tiempo; sobre todo teniendo en cuenta que estamos en tiempos electorales, hecho por el cual los temas “de Estado” toman mayor notoriedad y hacen renacer debates, ideas y frases hechas, que en muchos casos nunca coinciden con el paradigma sanitario del cual somos parte y objeto.
Como hicimos en el número anterior de esta revista, vamos a desarrollar en esta columna, un tema que pueda ser sometido a la discusión con ideas; al debate que aporta y contribuye al proceso evolutivo que necesitan todas y cada una de las cuestiones sociales; y como corolario central vamos a darle a La Salud un estatus general que nos permita posteriormente entender cada uno de los factores que actúan sobre ella.
La Salud es un término que tiene que padecer las consecuencias del polisemismo (palabra que tiene muchos significados), por lo tanto la primera tarea para abrir el debate, va a ser partir de la significación más ordinaria que se le otorga a este término, para poder unificar el lenguaje de la discusión. El término “salud pública" no tiene un significado unívoco, y es muy posible que no llegue a tenerlo en el futuro inmediato, pues es el producto de procesos sociales de legitimación, sujetos a su vez a diferencias y conflictos entre los individuos y los grupos humanos.
Así, procedo a abrir el debate con una pregunta elemental: ¿se puede alienar el concepto de Salud Pública para gestionarlo diferencialmente en el espectro estatal o en el privado?
Si rastreamos en la historia, vemos que la noción de salud pública ha estado ligada, durante muchos años, al control de la enfermedad orgánica (especialmente de tipo infeccioso), hecho que representaba un serio problema para la sociedad del momento. Esta situación puede ayudarnos a comprender por qué el control de las enfermedades constituyó el centro de atención de las discusiones e intervenciones de la “salud pública” durante los siglos XVIII, XIX y principios del XX.
Sin embargo, este bienestar colectivo que se perseguía, y que en muchos casos fue criticado de utilitarista por centrar su atención en el hombre como herramienta elemental del motor productivo; dio el puntapié inicial al planteamiento sanitario de interés organicista y fisiopatogénico de la naciente noción de Salud Pública.
El término Salud Pública propiamente dicho va a tomar significado como tal en plena revolución bolchevique, donde se establecerían tres principios básicos: unidad de la organización, participación de la población en la totalidad del trabajo de protección de la salud y medidas profilácticas. A partir de aquí, este concepto fue exportándose a todo el mundo occidental y tomando características propias en cada medio donde se aplicó el concepto universalista de la salud.
Ahora bien, lo que se intenta dilucidar con esta introducción es la idea de la Salud como un derecho adquirido, más allá de las connotaciones mercantilistas que se le fueron dando desde finales del siglo XX, donde los procesos económicos y políticos generaron un fuerte impacto sobre la forma de entender la salud humana (En muchos países, la práctica de la salud pública ha asumido la forma de ocupación/profesión liberal, desarrollada en el seno del “sector de la salud", sujeta al principio de la división técnica del trabajo y a las leyes de oferta y demanda del mercado laboral).
No es el espíritu de este artículo hacer un repaso histórico de la evolución de los servicios de salud, sino más bien, poder entender que la Sanidad es una construcción social que se articula en todo el tejido social, por lo que es interdependiente de la coyuntura política de la cual todos formamos parte. El hecho de que en la actualidad se haya diversificado la gestión de los servicios prestadores de salud, no debería ser un conflicto para los beneficiarios. La forma en que se materialice el servicio (estatal, privado o mixto) debería ser el resultado de la mejor manera de abordar al paciente, y no a la inversa; por lo tanto la búsqueda debería orientarse hacia la eficacia del servicio y no tanto a la eficiencia del prestador.
Hoy la mirada se esta desviando a partir del análisis del costo-beneficio de un servicio vital para los seres humanos, y de esta manera se pierde de vista no solo el objetivo central sino también la visión de cómo se desarrolla equilibradamente en cada uno de los resortes de su engranaje.
Si partimos del concepto de que todos somos parte de una estructura social, donde existe un Estado encargado de garantizar la vida y por ende la salud, somos todos los que responsablemente debemos actuar para que los deberes de todos se transformen en Derechos Universales.
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